Conoce la historia de
este Brandy Solera
Gran Reserva

Los orígenes
El brandy Gran Duque de Alba fue
lanzado en el año 1945.
Documentos en posesión de la
compañía bodeguera hablan de que
al agente de la bodega en Madrid le
unía una gran amistad con Jacobo
Fitz-James Stuart y Falcó, XVII Duque
de Alba, y ante el inminente lanzamiento
de un exclusivo brandy le preguntó si
podía bautizarlo con su nombre.



Los orígenes
El brandy Gran Duque de Alba fue lanzado en el año 1945.
Documentos en posesión de la compañía Bodeguera hablan de que al agente de la bodega en Madrid le unía una gran amistad con Jacobo Fitz-James Stuart y Falcó, XVII Duque de Alba, y ante el inminente lanzamiento de un exclusivo Brandy le preguntó si podía bautizarlo con su nombre.
El nombre
Después de probarlo el aristócrata
quedó gratamente impresionado y
sugirió que a tan noble producto
sería más acertado ponerle el
nombre de su ascendente el Gran
Duque de Alba, Fernando Álvarez de
Toledo y Pimentel, que había
engrandecido la casa de Alba
y era un importante personaje histórico.
De esta manera lo refleja un
documento escrito en el que se
autoriza bautizar el brandy con dicho
nombre.






El nombre
Después de probarlo el aristócrata quedó gratamente impresionado y sugirió que a tan noble producto sería más acertado ponerle el nombre de su ascendente el Gran Duque de Alba, Fernando Álvarez de Toledo y Pimentel, que había engrandecido la casa de Alba y era un importante personaje histórico.
De esta manera lo refleja un documento escrito en el que se
autoriza bautizar el brandy con dicho nombre.
Evolución de la marca
En 1973 se realiza una fuerte campaña internacional, en la que se hicieron numerosos viajes para promocionar la marca. Además, se le encargó a Antoni Cumella, uno de los grandes ceramistas del siglo XX de gran prestigio internacional, el diseño de una nueva botella y tapón.


GDA en la actualidad
El diseño actual de Gran Duque de Alba se presentó en el año 2021. Un restyling que aporta a la marca un enfoque más contemporáneo al tiempo que conserva los orígenes de una creatividad que es parte del legado de la compañía.
Los cambios incluyeron la renovación iconográfica de la botella, en la que destacan las aristas en la base. La etiqueta, por su parte, volvía a ser transparente, con el nombre de la marca impreso en una tipografía que recuperaba la original y que aparece junto a la firma del propio Gran Duque de Alba.

